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Un arrendatario se encarga de entregar en la fecha convenida o en el momento de la celebración del contrato, el inmueble dado en arrendamiento en buen estado de servicio, seguridad y sanidad y poner a su disposición los servicios, cosas o usos relacionados y los adicionales convenidos también es encargado de mantener el inmueble en buen estado de acuerdo a lo convenido en el contrato.
Esta obligación tiene que ser satisfecha en el plazo máximo de diez días contados a partir de la fecha de celebración del contrato.
El arrendador tiene además, la obligación de mantener en adecuadas condiciones de funcionamiento, de seguridad y de sanidad las zonas o servicios de uso común y de efectuar por su cuenta las reparaciones y sustituciones necesarias, cuando no sean atribuibles al arrendatario.